domingo, 30 de junio de 2013

EL ZEN DICE QUE PUEDES ILUMINARTE AL INSTANTE... ¡¡ESTA ES LA LLAVE MAESTRA..!!


 
 




 
HAY GENTE QUE VIENE A VERME Y ME DICE:
 
 
¿Y QUÉ OCURRE CON EL KARMA PASADO?
 
 
¿Y CON LAS VIDAS PASADAS?
 
 
COMO DIGO QUE PODÉIS ILUMINAROS EN UN INSTANTE, ME PREGUNTAN:
 
 
“¿Y QUÉ OCURRE CON EL KARMA PASADO?”.
 
 
YO RESPONDO QUE ESE KARMA NUNCA ES UN CONFINAMIENTO, PORQUE LAS ACCIONES NUNCA LO SON.
 
 
SI PERMANECES CONFINADO ES SIMPLEMENTE PORQUE ASÍ LO QUIERES, SI NO, NO HABRÍA TAL CONFINAMIENTO.
 
 
AL IGUAL QUE SALES DE LA OFICINA Y ABANDONAS TU FUNCIÓN DE GOBERNADOR, TAMBIÉN EN CADA VIDA PUEDES SALIRTE DE ESA VIDA.
 
 
ESE SUEÑO HA ACABADO, FUESE DULCE O UNA PESADILLA.
 
 
TE SALES.
 
 
ESO ES LO QUE HACE CONSTANTEMENTE UN MEDITADOR.
 
 
SE SALE A CADA MOMENTO DEL PASADO, ABANDONA POR COMPLETO EL PASADO.
 
 
DEJA DE ESTAR ALLÍ, NO SE QUEDA REMOLONEANDO, ESTÁ LIBERADO DE ÉL.
 
 
ENTONCES NO HAY KARMA.
 
 
EL KARMA NO TE OBSTACULIZA, ERES TÚ EL QUE SE APEGA A ÉL.
 
 
SE TRATA DE UN HÁBITO, DE UNA COSTUMBRE, Y NO HACES MÁS QUE PRACTICARLO CONTINUAMENTE.
 
 
CUANDO NO ESTÁS CON TU ESPOSA, DEJAS DE SER ESPOSO.
 
 
¿CÓMO PUEDES SER ESPOSO SIN UNA MUJER?
 
 
NO TIENE SENTIDO.
 
 
CUANDO NO ESTÁS CON TU HIJO, NO ERES NI PADRE NI MADRE.
 
 
CUANDO NO ESCRIBES POESÍA NO ERES POETA.
 
 
CUANDO NO BAILAS, NO ERES BAILARÍN.
 
 
SÓLO LO ERES CUANDO TE PONES A BAILAR.
 
 
EN ESE MOMENTO PALPITAS EN UNA CIERTA FUNCIÓN COMO BAILARÍN, PERO SÓLO EN ESE MOMENTO.
 
 
CUANDO SE DETIENE LA MÚSICA, DESAPARECE EL BAILARÍN, Y TÚ TE SALES DE ELLO.
 
 
DE ESA MANERA UNO SE MANTIENE LIBRE, FLOTANDO, FLUYENDO.
 
 
¿EL KARMA PASADO?
 
 
TU VIDA PASADA YA NO ESTÁ AHÍ, ¿CÓMO ES QUE SIGUE REVOLOTEANDO A TU ALREDEDOR?
 
 
ESTÁ AHÍ SÓLO A CAUSA DE TU COSTUMBRE, PORQUE NO DEJAS DE PONERLA EN PRÁCTICA.
 
 
LO PRACTICAS EN ESTA VIDA.
 
 
EL DÍA QUE ABANDONES ESA COSTUMBRE TE LIBERARÁS DE ELLO.
 
 
PODRÁS ABANDONAR TODO EL PASADO EN UN INSTANTE.
 
 
ESTE ES UNO DE LOS GRANDES MENSAJES DEL ZEN:
 
 
QUE PUEDES ILUMINARTE INSTANTÁNEAMENTE.
 
 
OSHO