viernes, 18 de enero de 2013

TÚ NO CRECES COMO UNA SEMILLA, TÚ YA ERES EL CRECIMIENTO






El crecimiento espiritual no es en realidad un crecimiento como el de la semilla.
 

La semilla debe crecer para transformarse en árbol.
 

Entre la semilla y el árbol,
hay una brecha.
 

Esta brecha debe ser recorrida;
hay una distancia.

 

Tú no creces como una semilla;
tú ya eres el crecimiento.
 

Es sólo una revelación.
 

No hay distancia entre tú como eres y tú como serás.
 

¡No hay distancia!
 

Lo ideal, lo perfecto, ya está allí.
 

Entonces, no es verdaderamente una cuestión de crecimiento.
 

Es una cuestión de correr el velo;
es un descubrimiento.
 

Algo está escondido;
corres la pantalla y allí está.
 

Es como si estuvieras sentado con los ojos cerrados:
el sol está allí sobre el horizonte, pero tú estás a oscuras.
 

De pronto, abres los ojos y es de día, hay luz.
 

El crecimiento espiritual no es verdaderamente un crecimiento.
 

La palabra es incorrecta.
 

El crecimiento espiritual es una revelación.

Algo que estaba escondido se descubre.

Algo que ya estaba allí, y te das cuenta de que allí está.
 

Algo que nunca habías perdido, sino simplemente olvidado, de pronto lo recuerdas.

 

Por eso los místicos siempre usan el término "reminiscencias".
 

Dicen que lo divino no es un logro, sino sólo una reminiscencia.

 

Algo que habías olvidado, y recuerdas.
 
OSHO